Me asusté el día que solo pensaba
en que, pensar, pensaba solo en ti,
y nada más veía que te vi,
que de verte, solo a ti remiraba.
Me dije un día, como si me hablaba,
que no es que tuviera que dejarte ir,
no todo es el miedo de lo que fui,
que más valía hacer que me arriesgaba.
Como de lejos cayó tu armonía,
como de un meandro largo y de azul,
que en el fragor de absolutas las dudas,
en el volver a sentir que sentía,
envuelto en las sombras del contraluz,
hallé los gritos que extraña susurras.
Imagen por: p-dudko