Me declaro culpable, como humano,
de la injusticia que no registro,
de la ira que pensar no avivo,
de las mil rabias sociales
que cada día despiertan
y que poco atiendo…
Me proclamo insumiso de la diferencia,
entre sexos,
entre especies,
entre el sexo que se tiene sólo o acompañado
—se tenga con quién se tenga, a derecha o a izquierda—,
defiendo la natural belleza
de encontrarnos siendo distintos.
Me pretendo informado, siempre que puedo,
y por eso obvio a los dioses,
sean o no santos;
por eso reclamo final al rico
de la guerra y del hambre,
y de la tierra carnal y precioso cuidado;
por eso, feliz por lo diminuto que soy,
vacío compendio de gluones y bosones,
me embadurno de existir efímero entre galaxias,
entre millones y millones de estrellas
mucho más importantes que yo.
Me declaro, sobre todo, errático y falible,
cambiante y mortalmente humano,
terráqueo probablemente,
poco más, uno más…
Imagen por: jonathoncomfortreed