En la sumisión del tiempo y la certera angustia, en la profunda sensación del verse cercano, construido de nuevo en solitaria realidad.…
escritos
Cenobita de los minúsculos objetos idos que en corrientes se acumulan de tu voz, en la héctica manía de verme persistente y a los presentidos fríos hacerse desconchados, como un vuelo a ras, apretando los dientes, pequeños montes sobre la piel que se aclara en la distancia inmensa de no verse; resentidos órganos del tacto y la razón que no acepta de las emociones asiento, hierven entonces los arañazos del momento, de la escritura sobre fuego, desnudas las manos, y fulmínea cruza la sombra entre las palabras sibilantes, bramantes, eco penitente de las pasiones en dulces sabores aupadas.…
Tú, y tus piernas. Y hasta ahí todo lo que ahogan los horizontes traslunares gravitando en ondulaciones nanométricas, sin freno.…
Si escapar de… Anamnesis retorcida que se derrumba, delusión diluída que diluye. Si no seguir por… Estrechado, ferroso, caustico borde la grieta sulfurosa que aprieta, que asfixia acogotando en el futuro, recio, decidido.…
Yo, en la cocina hasta los codos, tú, en la ventana, volando al otro lado de tu reflejo, huele a lluvia y a perejil, y hasta el sol encuentra un hueco para colarse en tu mirada.…
¿Cómo? El guiño de uno de tus ojos perdido en la vastitud del brillo insostenible en el corazón de la oscuridad.…
Te diluyes como las vetas del mármol rojo, una imagen que en la música ya no circula; te diluyes, de tu silueta escapan los líquidos, y en esa última dulzura catasterizarte, porque te alejes que soy de miedo y tú tan frágil y en las modas de la moral me hallas aprendido.…
Un instante, errante rugido breve, extremo y mirada del tiempo exótico: memoria, percepción oracular, sendas que ya trazamos con las manos redondeando del cuerpo dormido, la profundidad que sin cesar fluye; un espasmo de tu espalda contrita, la calma electrificada en los dedos… Un instante, susurro placentario que alienta en el sueño la coherencia del filo, de la herida, de la histeria en el tacto sangriento de las manos como reversos del sol que se inflaman al sencillo pero húmedo silencio nocturno de efusiones restallando, surtidor de las noches irresueltas, entre las deformadas concreciones del amor repasado sin remiendos.…
No dejarse llevar por los absolutos, tampoco por los absurdos o los cobardes.
No perder el tiempo en las sombras de lo convencional o establecido.…
Quiero volver a sentirme pequeño con el mundo por delante, abrumado, diminuto, perdido, asombrado, querido, vagabundo, nervioso, aterrado, cosido a la tierra, voluble como las semillas, llorón, reidor, exultante, acabado, extendido, iluminado, sencillo, solo… Quiero volver a sentirme borroso entre todas las posibilidades absolutas y cambiantes, renunciar, volver, besarte, no verte llorar, mirarte, sonreír, rozar tu brazo, besarte, subir de nuevo la colina, encontrarnos en las ascesis de los escombros, caminar sobre el balasto incómodo, temblar de miedo y de frío, conquistar la fortaleza, arrancarse, perderse, demoler el vacío de la ropa, sentirse de nuevo en el subterráneo latido, pintarnos de verde las manos, mojarnos, rumiar con tiempo las miradas, disfrutar la lluvia blanca y los cielos negros, atronadores que colman de voz las montañas.…
Se me comen los demonios, los de la edad y su rutina, hace ya tiempo que se me viene riendo la duda.…
Tú, en la orilla de la tranquilidad, rimada, esperando que nada ocurra, como si la lluvia que arrecia extraña murmurase visiones de tu rostro.…
Puede que nunca lleguen a creer lo que me propongo relatar a continuación. Yo mismo, en su lugar, como un observador objetivo y sensato, lo primero que pensaría es que no es más que un invención, bastante raquítica, por cierto, de un hecho, por otro lado, para nada especial.…
Toca callar, que hoy sólo valen los gritos; retumba el raposo extremo de cómo, radical, todo el mundo ruge. La moda de no pensar, de agostarse en el miedo, fuimos valientes, quizá, lejos… Exploramos a pesar de la sed, a pesar de las hórridas heridas del frío, quizá no fuimos tanto de la guerra, no de este grito rechinado que asuela los intentos por entenderse.…
Si te persigo es porque no te veo, salamandra. Si te nombro, entre notorias vibraciones, es porque se crecen malinos los fantasmas; de las letras se agostan los veranos, y de las cartas que no llegaron a escribirse supura hoy un aroma seco, como a pasado.…
Me declaro culpable, como humano, de la injusticia que no registro, de la ira que pensar no avivo, de las mil rabias sociales que cada día despiertan y que poco atiendo…
Me proclamo insumiso de la diferencia, entre sexos, entre especies, entre el sexo que se tiene sólo o acompañado —se tenga con quién se tenga, a derecha o a izquierda—, defiendo la natural belleza de encontrarnos siendo distintos.…
Nemorosa: que es del bosque como los árboles, y las zarzas, y los arroyos, y las grandes peñas que se miran en lo alto.…
Búscame en el acendrado sendero, en las praderas, ahijado de flores, cubierto de la hierba ensortijada.
Búscame donde el sol se ponga azul y el cielo reverbere con las nubes en sus turbias relaciones lluviosas.…
A mi amigo Jaime
Que en dos palabras te desarma, que en dos besos se desvive; de la cima del mundo al infierno más sombrío, sonríe y sonríe, vive y vive, ama y ama.…
Tu mejor regalo fue el que no me hiciste, porque volaba solo en los salones donde pasean de puntillas, sin mojarse, tus figuras, dríada huidiza del agua verde; el mejor regalo fue el que no me hiciste, porque voló entre tus dientes como de la risa, en una sola mirada evanescente.…
A Jaime, a Ric, a María, a Blanca y a las Cristinas. A Luis, a Ferdi y a Miguel. A los Cercedillos y Cercedillas, a las Vistahermosas y a todos los que nos matamos a sidras durante años.…
Lo que esconde tu sonrisa de plata, y con sonrisa tus rojos refiero, con absoluto tus ojos requiero, descubre la pasión encadenada.…
Una noche de fríos suelos. Un puente vacío. La arena aún caliente, el espejo del mar y la constelación de tu rostro.…
Amar un país es como amar la nada, porque es nada un país sin las personas. Adorar banderas es continuar con la ignorancia que los siglos no nos dejan olvidar, como la sangre que las baña, que tampoco se olvida, ni la injusticia, ni la vergüenza, ni la guerra ni el hambre.…
Puede que sí puede que te vuelva a ver pasar; el mundo se retuerce entre los hielos raídos, frágiles, del tacto de los rincones luminosos donde se agolpan, heladas, viejas ilusiones revividas.…