A Pedro, que es un espíritu libre,
a pesar de su edad.
«Sé feliz»
O mejor: no, no lo seas.
Casi mejor, vive, sin más,
y a la mierda con la felicidad,
marasmo horrible de nuestro tiempo.
«Sé tú mismo»
O no. O sé lo que puedas.
O sé; sé sin pensarlo mucho.
«Sé diferente»
No te esfuerces tanto;
ya lo eres, aunque te empeñes.
Intenta no ser igual, quizá,
eso te va de serie.
«Sé divertido»
O no. O haz lo que quieras,
lo que te dé la real y santísima gana.
Es decir, lo que te salga del orto.
«Sé un loco»
Y muere solo. ¿Algo más?
Vive mejor tu locura, la de nacimiento,
no la de otros,
tendrás más que suficiente.
«Sé ambicioso; sé eficiente; sé valiente»
«Sé emocionalmente inteligente;
sé emocionalmente contingente;
sé un triunfador y un influencer;
¡SÉ, SÉ, SÉ!
¡Quiérete, coño!
O qué te follen;
o qué te quieran,
que no es lo mismo, pero se parece.
Olvida los tentáculos de lo imperativo.
Quiérete que no hay más allá,
y quiere, también, a los de fuera,
que no hay más explicación de vivirse
que cuando quieres y te quieren.
Que sí, que vida sólo hay una, eso no te lo discuto,
pero no vale comérsela zarpazo a zarpazo,
vivirás más, y mejor, de lo que vivieron…
Tiempo, pausa, sabores que han de durar…
Disfrutar, cuando se pueda,
sufrir (te tocará), también,
no escapar, no quedarse cojo;
y no hacerlo solo, si se puede,
que somos muchos para andar mirándonos
al espejo, día tras día,
color tras color.
Y leer, libros, que no me lees nada.