Todo los poemas libres, que no tiene por qué dejarse rimar o devolver. Poesía que sale sin más, como un torrente, más lenta o rápida, más formada o masticada, pero siempre con la presión inaudita de las pieles inflamadas. Poesía libre, todo lo que caiga, todo lo que quieras.
Son los dedos una lezna de elongadas longitudes que culebrean inquietos los esquistos de la piel; es la bruma del calor carnal que brota sañudo en lógica sobrecarga del instinto tamizada, lava en color explosivo hacia el núcleo verdoso de tu mundo estigio, allá, más allá de la presión en represiones deíficas, falsas letras empedradas viriles y neolíticas.…