Empezar por tu luz verde y azul;
aplicar tensión ronca a tu voz cálida
que rompe sangre en la piel rosa y pálida,
sombra transparente en el contraluz.
Sacar tu pelo de su solitud
y desembarazar la corriente ávida
de tus manos en transiciones híbridas,
de tus dedos ardiendo en lentitud.
Sumergir las penas y las distancias,
los olvidos y las mañanas rotas,
el silencio, la rabia, los gemidos…
Escuchar el latido en la inconstancia
de tu pecho, dormirse en las derrotas
umbrías de tus acuosos sentidos.
Olvidar, hasta el aire, mirar y componerte.
Imagen por: andross01