Así de lo que fue…
Así de los rincones
surgió la primera
de las poesías.
Así, recogida en oscuros
tocamientos desnortados,
dos formas brumosas
esquivando el frío;
una mano cálida,
una voz que solo fue risa,
del iris al centro
neural de todas las galaxias
aún por reventar.
Así, entre susurros,
piel con piel,
hasta los labios
húmeda de conocerse,
viva de no rimar,
ni metrar,
ni escuchar las olas convexas
que llevaba atemporal la nocturna brecha;
sólo una vista perenne
y la viva efusión de no remediarse.
Así, del mismo fuego,
ya saciada,
lista para la noche
del primer verso ralo, contenido,
como si sólo existiera tu pecho
y el cielo temblara, seco,
embarullado en el lento decaer
del ulular de tus ojos.
Imagen por: endarkart