Un paso, pequeño.
El frío.
Noche santa y cómplice.
Tus ojos.
Un paso: tu risa.
Tus manos.
Camino del beso,
un paso.
La luna furtiva,
un relato azul,
tu mano
sola entre la niebla;
tan solo el camino,
y el barro
drenando el silencio.
Tus ojos
revolviendo estrellas,
y sobre tus brazos,
final,
último contacto:
y al mirar, tus labios,
en el corazón
radiante y carnal
de la misma noche.
Imagen por: mealyn