Todo, desde el camino oscurecido, entonces,
hasta que, ahora, ya no hubiera nada más,
ni el frío,
lo voy desliendo, así, como desvalido,
hurtado en la presciencia de tu vacío.
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Todo, desde el camino oscurecido, entonces,
hasta que, ahora, ya no hubiera nada más,
ni el frío,
lo voy desliendo, así, como desvalido,
hurtado en la presciencia de tu vacío.
Estos textos no son más que una muestra de las noches que, aun con sueño, no nos permiten descansar. Un alivio del diario y la rutina. No le busques ni sentido ni historia, no son más que escritos del insomnio, remedios contra la vigilia.