Nada más abajo,
nada más profundo
que el fondo de los mares
espeso de azules turbulentos,
sobre nosotros pesando
el zumbido de los años titilantes,
oscuros y rabiosos;
las raíces del tiempo perdido
se pudren amargas en la frontera
de la mustia realidad angustiosa,
mutilando el humus de los sueños.
Se acaban los finales,
vienen creciendo las muertes…