Lejos

por Somnoliento

Cayendo la tarde en verano y no estamos todos,
donde siempre, sembrado en nuestros ojos el verde
de los días de calma en fárfara de viejas piedras;
cayendo la tarde y viéndome buscando lejos
una señal, un sonido, la sonrisa, siempre,
del sol hinchado y soberbio sobre aguas heladas,
del cariño de años sobre la hierba y las arenas,
haciendo de noches caminos interminables
entre los brotes de la adolescencia efluyente,
a borbotones, como telúricas respuestas
a todo lo que criaban calladas estaciones.

Cediendo del verano el alígero recuerdo
sobre las cuerdas titila, excitando el tendón
que va del origen al pasado, del presente
a cada tarde, y de la tarde, melancolía,
al verme en extrañas geografías cercado,
–no siempre solo–, aunque lejos, bien acompañado.
Verano difícil si la tarde gris se viene
y no me despierto con vosotros, todos, riendo,
colgando de siete montañas recias y amigas,
silbándole a la luna, sorbiendo estrellas rojas,
desafiando alegres todas las dulces mañanas.

Sigue leyendo

Deja un comentario