Fósiles

por M.Bardulia
Poesía en Bardulias: Fósiles

Saber, saber olvidar,
saber encontrar,
es empezar por comerte el culo.
Es haber repasado
hasta la última de las
revueltas atómicas
que se forman
en las articulaciones
y pliegues sudados
de tu cuerpo desvestido.

Vivir, como se debe,
como se debe aprender a vivir,
es empezar por rozarse
bajo las mantas y la leña,
tocarse en la cúspide de los temblores,
besarse, como si nada más,
sudar, respirar, gemir,
lamerse, lamerse bien,
con lenguas de trapo,
con lenguas y apetito de gato,
morder, rasgar,
sorber aromas,
tragar colores, curvas, sombras,
y terminar por follarse,
y hacerlo tan bien,
tan despreocupadamente,
tan ruidoso, tan húmedo
y tan lento en rapideces
de los espasmos ventrales,
que hasta sus dioses
tengan que apartar la vista
y desaparecer en los mismos
rincones oscuros de la imaginación
miserable de donde surgieron.

Vivir es hablar,
hablar líquido,
como vomitándose encima
palabras del grito y la rabia,
del dolor, de la dulzura
de abrir en canal
los poros endurecidos
de las armaduras de rutina,
vociferar, clamar,
bramando al cielo si hace falta,
morderse con las mismas letras
que uno no se atreve a pronunciar,
porque solo se me escapan escritas,
a a luz de la sombra
de una luz que proyecta
la silueta de tu perfil a contraluz.

Conocer es no dejar,
no abandonar,
no permitir,
no abrir de par en par las compuertas
y ahogarse en el tedio
abrumador de verse rodeados
de cosas, momentos, gentes
y pieles escamosas, ajadas
de tiempo que licuado y exprimido,
todas las voces,
todo el recuerdo
y una montaña olímpica de segundos
ennegrecida, fósil de simple descuido,
de brutal egoísmo,
de falta de tripas, huevos, ovarios,
arrestos por romper y verse libres,
follando o no,
pero con idea de hacerlo.

Sigue leyendo

Deja un comentario