Esperaremos que regrese el frío
para encontrarnos alados de nuevo,
aunque haya que dejar quebrarse el cielo,
volveremos, al cobijo del frío.
Esperaremos que vuelvan las lluvias
a remendar nuestros pasos de luces,
que reverberen furiosas de aludes
frágiles curvas de nuestras latencias.
Esperaremos a la oscuridad,
aguantaremos ocultos el día,
volveremos a tomar lo que vimos,
viejos dueños de nuestra voluntad;
revolveremos nocturnos la vía,
y al respirarnos, será, porque fuimos.