Cercedilla, Julio 2017
Claro que faltáis:
amigas, amigos, hermanos, hermanas,
amigos de amigas, amigas de amores,
amigos de amores, amor…
Amor, amor, amor que te derramas en cada risa
Claro que faltamos, pero estáis,
en cada calle se guarda un paso,
una palabra, un gesto de virtud,
un movimiento inolvidable de la infancia,
una ventana abierta por la que entrar,
una pradera de césped en al que caer dormidos
tras recoger nocturnos jugos de la mañana.
Faltaremos, pero no olvidaremos,
no olvidamos,
y estamos todos en la música difusa,
en la piedra que ruge nerviosa
de tiempos encogidos,
de morones,
de besos y fiestas,
atigrados saturnales,
prosélitos de la noche.
No falta nadie, que estamos con el corazón.
No falta nadie, que estamos donde estuvimos
y aquí todo se guarda en las vetas de mica negra.
No falta nadie que en las luces todos estamos,
hasta los que no,
que ya no es tiempo,
que se acabaran las horas de tierra y sangre;
estamos todos,
quién quiere y quién no,
todos,
hasta Idoia, y Cris,
Triangulares, Cabezuelos,
Cabezudos y gigantes,
Julio y Germán,
Gloria Fuertes
y el puto sol,
que nos despierta y desata,
que nos despierta…
Que, sobre todo, nos desata.