Yo tengo que protegerme de la nostalgia. Tengo que levantar constantes barreras contra esa extraña sinestesia que me hace saborear el pasado, como aguijonado, como si fueran a ser nuevos futuros.Yo debo atender a la memoria, esconder los recuerdos que asoman en cada sonido, en el agua y en la madera, en el olor de las calles, defender el territorio de lo sensible presente. Tengo que protegerme de la nostalgia constante y de las manías que recorren los días que no resultan, nunca, como debieran. Yo, solo en el ruido, ahuyento las viejas pasiones que asuelan los pasos que no he dado, nunca.
Somnoliento
Estos textos no son más que una muestra de las noches que, aun con sueño, no nos permiten descansar. Un alivio del diario y la rutina. No le busques ni sentido ni historia, no son más que escritos del insomnio, remedios contra la vigilia.
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