Siempre de paso, como un viento fríocircunvalando a cientos de silencioscada hora, cada día, cada vidaen cada lugar como una corrienteimpotente a los golpes de la piedra,incapaz de frenar la recaída.Siempre…
endecasílabos
La música y el viento azul, de nieve, sus risas, y la sangre circulantefluyendo inflamada noche, nosotros,mis ojos abiertos, deshilachadosen la supurante alegría, queda,en el verde nocturno del presente,de querer el presente, de pensarpresente bravos, de tocar, presentespasar largos, toda imaginación,y recuerdo, memoria desmembrada,tu piel enrojecida, noche, sal,de limón, hielo fundido, precioso,se mezclan como de tu cielo grislas nocturnas efusiones, silenciobajo los labios, y el aliento, encendido,lanzados al torbellino de aquellaspresencias, atractor universal,los bailes y los cantos, la locuraque ofrecía el no, el no saber,encontrar entre los estratos, vida,un camino de preguntas sin voz,cuando todavía no, cuesta abajo,sin frenos, sin vista, de mil reflejos,navegábamos juntos a la margende todo tiempo, de cualquier espaciocuadrado y dispuesto, pintado y duro,al amparo de la sombra radiante,colmada en destellos rojos, dientesentrechocando nerviosos, precisióndel sabor, mundo entre los muchos mundoshúmedos, resbalados sudorosos,sudando como sudamos pegadosen bendita acumulación de cuerposalcoholizados, embadurnados,empedernidos, enfervorizados,sin pasado ni futuro, sin manos,sin pies, sin labios ni sangre, la lluvia,vertidos sobre mí, y yo sobre ti,sobre ellos, nuestro de nosotros, locosvertidos sobre el campo intervenidode la pulpa neuronal, corazón,uno; todos; en vibración común,en el último, profundo, latido,hasta los primeros alientos, cerca,desde cada risa y gemido cósmico,las músicas que, y tu viento azul,arrebol sagrado en tu suavidad,mis ojos abiertos, pestañas, brillolíquido de mañanas que rozábamos,intercalados, como solos, vive,recuerdo, de memoria esperteyada,no olvida nada, no puede, querría,y aunque quiera, es inútil, imposibleolvidar la consistencia, sueño,crítico retornar a ese presente,observar quieto, repetirse, vivo,tocar, dejarse besar, remover,abrir los ojos, abiertos, beberlíquidos en el fluir circular,momentos, al norte del norte gris,santa nocturnidad embalsamada.…
Mira lo que has logrado, con tus brillos y tus estrellas, mira lo que has hecho abatiendo a golpes la conveniencia, la entumecida posibilidad de volver a estragarnos, congelar las palabras en el espacio estrecho que entre los hielos alcanzó a existir.…
Creo que mi hermano Luis es la paz, y la alegría, y el silencio en pausa; que mi hermano Jaime tiene la fuerza, el color rampante de la tormenta, y mi hermana Virginia el ritmo y tono, la música de un sentimiento alado; creo que mi hermana mayor, Cristina, es la constancia y todos los cimientos.…
Si pudieras entenderme, hoy, ahora, en esta tarde de grises mutágenos, si entendieras ya y yo supiera hablarte. Si supiera que ibas a entender algo te diría todo, o lo intentaría, una parte al menos, la más sensata, aunque son tantas y tantos revueltos que quizá optara por no decir nada.…
Gijón, Tsunami 2019, Plaza de Begoña
Este momento, este puto momento, con la noche de julio aproximándose, creciendo entre nieblas de luz en huida, el verde de las hojas disipándose sobre el tránsito de la plaza en pasos calmos a la sombra de los balones, un filo de esplendor redondeando la última larga luminosidad a los pies de los viejos y los niños, lamiendo el nacimiento de la sombra; y el mar, playa larga, al final del fondo, otros ritmos de vida más pequeña, caras de verano, de tarde en noche, otra vida, recóndita, más viva.…
Lo peor no es sumirse en la distancia, ni en la ausencia, ni en un millar de imágenes diluídas en los besos y dolores, ni la somnolencia aún vesicante en su tacto pesado y nocturnal sobre el perfil remoto de las calles contra el frío y el tiempo del revés, en lucha por recordarse radiantes… No, lo peor no es no aprender a estar, sin más, lo peor es no saber nada del otro, conformarse en el silencio, y hasta aquí, y sobrevivir, desgarradas las ganas de habernos dormido juntos la rabia y el horror de la mañana, malditos en la pérdida sonora de la inopia auto impuesta, desgarrada.…
Durmientes a medio vestirse locos vuelven, o van, junto a los despertados cuerdos de la mañana y medio día, despiden unos la noche olvidada, vuelven los otros a lavar el llanto lento de los días largos, sol ciego, viajan todos bajo tierra y metal, desperdigados en la vida aérea, juntos en la oscuridad subcutánea.…
Subimos como en cristal la montaña madre y tacto de todas las tormentas; bajamos como bajan las mañanas sumergidas en la piel de la tierra; debimos quedarnos en la cumbre respirando al hielo de las piedras, masticando de cuarzo, mica y sal, esperando a que las brujas soberbias rasgaran el crujido de la púrpura.…
A Pablo Gutiérrez, por admirarle lo escrito, no siempre lo dicho.
Lo malo y lo tenue, y lo empantanado, lo triste y lo fácil, lo simple y lógico, lo mullido y roto, despernancado, ”chungo” para escribirme lo que sea, según dicen, los nuevos dogmas marcan, los barriles, barriles y barriles de nostalgia que me bruñen y abundan, lo malo y lo fácil, lo “chungo” es que hoy son un mal esperpento, una barrera que no sirve, no calienta ni rima, que no escribe ni sirve, que distancia, compasión que le dicen, lo social, la dureza, lo agudo de inventar la muerte, el sexo íngrimo de los dientes sobre la sangre rota y negra muerte.…
Soy solo el crononauta enmarañado por su memoria en todos los momentos, como en un revivir de tiempo fluido, ondulando vivo entre el esperpento.…
Qué tiempo hará que no ves una mosca un mosquito molesto susurrándote en la sombra jugosos versos raros,
¿no te asfixia seco el silencio inerte?…
A mí búscame entre los pobres, entre los hambrientos que odiaron la esperanza, búscame entre los locos que no tienen con quien vivir, entre los viejos solos y apartados, entre los animales, los árboles, cada mata del campo cada hebra del aire velado.…
Si te escribiera esto, así, suma libre, que pudieran leer hasta las plantas, que no tuviera que, breve, encerrarlo en figuras desarmadas de fuego, jeroglíficos en renca poesis progresiva, desigual, constreñida a la pared de secreto y rutina…
Si te escribiera, así, loco y abierto, te diría que no cerrases nunca las lágrimas de las viejas sonrisas, que no olvidase tu cuerpo caricias ni el tiempo, ni las noches su verano… Si te escribiera como debo, arriba, desde la sombra que en todo se ve, si nadie se confundiera y supiera escuchar, ver lo grande y lo crecido, lo que hay de bello en conocerse agudos, profundos de lo corporal y el ruido.…
Hemos estado lejos, cerca y más, y más lejos, también, mucho si cuento las salidas de nudos y fronteras al borde temblequeante del sueño; no he estado en todas partes: decía nadie, nunca; pero he pasado frío, y calor, y soberbias rojas lágrimas, y sabores de regusto castálico; formas y lloros, temblor y estupores, en ocasiones, profundos y alados.…
Perdona, quizá hoy no te haya mirado, culebreante ofidia laminada, como debiera, como suelo ser, en el tenso descontrol cigomático, diluyéndose el ambiente en el foco largo de quien mira como si fuera a penetrar el empedrado azul que protege los terribles confines sombríos de nerviosas brillanteces.…
No pretendo endurecerme, ni hablar; no me dejaré, no acepto tu embargo. No me encontraréis sumiso al dolor, ni a la furia, ni a la muerte, ni al hambre; no seré yo quien deje de gritar.…
Es tu quiralidad la que revuelve pelágicas tensiones en el agua, que del pecho mana y todo lo encharca; es tu color cambiante al retorcerse.…
Venga, repite, repite, repite, repasa, repasa, repasa, vamos, una vez más, sube la montañita: cambia esto, cambia aquello, tú, rumiante, no pienses más, no pienses mucho, escúchame: estrategia, del latín: estrategia; en francés: estrategie, o no, o seguro, pues borra todo ¿lo estás anotando?…
Y nos confundíamos en las calles, como ya perdidos y hechos de frío colgados del asfalto y las esquinas cada vez más oscuras, sibilinas, más húmedas y vivas por nosotros.…
Libertad para reírse de todo, para decirlo todo, por gritar la muerte que parió las religiones.
Libertad para reírse de todo, hasta de nuestros muertos, y los tuyos, de los dioses que te has ido inventando.…
Y cuándo oyes el estruendo, de lejos, como si una fuerte corriente helada te fulminara seca entre los pasos que pareciera no tener, que fuera sin pretender, sin poder explicar… Nimba, solo, saliendo de la nada, el recuerdo en celaje de tormenta y se escinde de la realidad esmerilada por la indecisión: ¿de dónde esa potencia abrumadora, esa fuerza febril y desmedida tormenta de nieve en rabia cromática que todo cambia, que todo lo acaba presa del maësltrom espeluznante?…
Tengo la gran suerte de haber tenido una madre sensible, amable y fuerte; trabajadora, luchadora, dulce; siempre en vela ante el miedo contenido.…
Oigo tu voz perdida entre los pasos, y me huele el barro a esas otras calles; veo tu frío armarse con la risa, y una chispa enciende entre los pecados; armas labios en corrientes de fuego, y el vacío vuelve a nuestro favor, escudándonos, congelando errantes a los que, inmortales, se nos crecieron.…
«Que bien te sientan las copas que me tomo»
El Sigalas va mirando de verde; verde de todas las noches azules, blanco del verte que se hace de noche.…