Es un canto de lluvia en profusión,
una cálida tormenta en progreso
y la sierra tremolando de gusto;
cada gota en la tarde es mi pasión.
Música de tus dedos, procesión
de las yemas cálidas de regreso
y el tacto húmedo, subiendo nervioso;
cada gota, una nueva ensoñación.
La pizarra refrescada y crujiente,
las hierbas en noches de espumas verdes
y el cielo de azul índigo batiente;
de las tardes solas en sus paredes
se desprenden del verano renuente
los sabores de tus buenos saberes.