Qué serás cuando sea la nada quien te alcance, sonriente y húmeda,
qué serás cuando no haya más caminos que la corriente sola.
¿Estás preparado para abrazarte a la última parhelia?
¿Sabrás saltar tan alto que no te arrastren los vientos del vacío?
Qué harás cuando te quedes solo y no queden más que los bichos,
las alimañas que se crecen con la tortura de las tormentas heladas,
¿alcanzará tu calor para mantener el latido constante?
¿Serás lo que seas? ¿Estás dispuesto a pasarte el otoño rumiando el barro?
Qué verás cuando no la luz no ilumine tus pasos, muerta de frío,
qué escribirás cuando yo no tenga ningún sentido…
¿Seguirás empapado en arenas de sueño?
¿Soñaras que vuelves a estar mojado, como siempre estuviste,
como siempre creíste ser?
Despertarás, y verás la nada, abrasando el delirio,
y seguirás escarbando, roto, con tus uñas rotas,
negro, con tus versos negros.
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