De las estrellas, su ausencia;
del oscuro cielo bruno
una verdad de inflación,
tu marca de tiempo oscuro:
«Guarda de tierra la piel,
que no ensucies de calor
los picos de la negrura,
que el agua venga en tu voz».
De la luna: su taranto,
tu baile en rincón oculto,
el tremolar de no verse,
el tacto del suelo duro:
«que nadie espante la sombra,
ni la plata ni el seguro
entreverarse de frío,
que duermas del viento mudo.»
De espinas y oscuridad,
de pinos y noche clara,
de falta en gracia de luz,
de noche desesperada:
«Respeta a la vieja Nyx,
en su memoria atrapada,
recuerda tú que soñabas,
recuerda que te aguardaba».
Imagen por: marcuspropostus