Madre noche

por M.Bardulia
Poesía en bardulias: Madre noche

Tengo un problema,
Madre Noche,
no es nada grave,
nada mortal,
nada que no calme,
quién todo lo calma,
quién todo lo lleva,
pero un problema,
uno serio que,
quizá,
tal y como he predicho,
no se lo lleve el tiempo.

Tengo un problema,
Madre Noche,
y es que cada canción
tiene un deje de su voz;
cada palabra que escribo,
cada frase que leo,
cada libro que ojeo,
lleva en su nombre mi corazón.

Tengo un problema,
Madre Noche,
que no amenaza mi inmortalidad,
pero enerva lo cruel de mi mortal presencia;
tengo un problema,
que todo el mundo,
todo en este mundo,
cada estrella,
partículas que no veo,
vacíos planckianos que nadie intuye,
cada persona,
cada hebra de cabello,
cada solitaria calleja
y hasta el olor de la hierba regada
en un verano ya muy lejano,
tengo el problema
que todo se hace de ella,
por ella,
para ella,
de la piel aspera de sus codos,
a la suavidad rosa de sus secretos,
cada roca,
cada movimiento inconsciente de mis dedos,
el recuerdo de mi lengua,
una bárbara sensación de soledad;
todo,
incluso mi propio reflejo pasajero y difuso
contra los ríos que esconden
las esquinas de su calle,
hasta las palabras que no nos dijimos,
hasta el tiempo que no tuvimos,
todo,
todas,
tú,
todo me habla,
me sabe,
me dice,
me come,
me baila,
me folla,
me salta,
me quiere,
me recuerda,
me devuelve allí;
a ella.

Tú lo sabes,
madre noche,
solo tú entiendes.

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