Libres

por Somnoliento

Fieros, encaramados a los montes de tu locura,
las praderas de tu blanca juventud sedentes,
fieros nos arrancamos la vida
a base de caricias, aún tímidas,
del todo inexpertas.

Ansiosos por las fronteras de tus medias
nos dejamos caer por la corriente del deseo puro,
las piedras afiladas de mis manos rasgando tu cuerpo,
mecidos hasta el océano repleto de ti, repleto de mí,
repleto del tacto de tus rosadas profundidades,
untuosas, únicas,
privadas del daño de la memoria incompleta.

Libres nos saltamos el mundo del tiempo
y allí nos quedamos,
casi sin mirarnos
en la mirada profunda,
el uno con el otro,
tú y yo, a contraluz tus ojos,
libres nos amamos, siempre.
Libres, fieros, ansiosos seguimos.

Sigue leyendo

Deja un comentario