«Memory believes before knowing remembers.«
William Faulkner
No esperaba más,
no quiero más,
no quiero que pase el tiempo,
y es inútil,
lo sabe cualquiera,
pero se me aceleran
las escamas
y me es imposible
anclar las alas al mundo,
a este presente rotundo.
Y sin embargo,
aunque a veces suponga
sumergirse y habitar
en las profundidades acuosas
de la memoria,
es el único remedio que conozco:
la gravedad inflamada
del peso de los recuerdos,
su atracción masiva,
esa singularidad
en dulce negrura,
de brillos hondos,
de realidades estáticas
que nunca cambian,
que tan poco duelen,
pero que de tantas versiones
cubren un presente
de otra forma inaprensible.
No espero más
que fabricar recuerdos;
juntos.
No seremos nada,
pero lo seremos todo
mientras haya presentes y pasados,
mientras sepamos hacer recuerdos,
sepamos ir y volver,
y de vuelta al sueño,
mientras no olvidemos cómo soñar.
Lo seremos todo, siempre,
mientras sepamos paladear,
mientras seamos nosotros esa carne,
juntos,
espíritu en la memoria.