¿Y si no te veo más?
Y si tengo que dejar de encontrarte,
de verte, de cerca, digo,
como se ve entre la hierba transparente,
como se mueven las sombras
cuando gira, imprevista, la cabeza.
¿Y si justo cuando llegas, yo voy?
Y si tocarte se hace irremediable
y hay que recorrerlo, partidos, solos,
que nos veremos de voz,
de imágenes en gravedad sombría,
en la esperanza atroz por transpirarse
que no acaba de volver;
que no haremos si no hacer por correr,
por no encontrarnos y tener que vernos,
rehechos y ajustados, en rincones
de tiempo plegados bajo los dedos.
¿Y si se nos olvidara?
Como se olvida el día de crecer
cuando se emperra en el sueño;
y si, entonces, nos valiera con huir
al volver, y seguir huyendo, y si…
Y si lo nuestro fuera huir…
¿Y si te veo? Ni cinco minutos…
Lejos, como todo tiempo valioso,
lato y desleído, como del tacto
que no llega, como el tacto que fue
y que se va fingiendo, soledad
en malditas efusiones latentes
bajo el manto y la corteza.
¿Y si no tuvieras miedo?
¿Y si dejáramos de huir?
Lejos, siempre…
Imagen por: denya-ukr