Un día en Colonia gris coronadade las nubes untuosas del invierno,perdidas agujas góticas de hielo,anduvimos sin hacer que supiéramos.Un día en Colonia blanca y helada,como extraños, aún en desconcierto,paseamos las miradas por el viento,nos miramos como si nunca hubiéramos.Un…
lille
Me duermo en el latir de las palabrassobre la tímida melodía,dejando que quizá en el sueñola imaginación se torne cuerpoy las realidades se confundan para siempre.Me…
La música y el viento azul, de nieve, sus risas, y la sangre circulantefluyendo inflamada noche, nosotros,mis ojos abiertos, deshilachadosen la supurante alegría, queda,en el verde nocturno del presente,de querer el presente, de pensarpresente bravos, de tocar, presentespasar largos, toda imaginación,y recuerdo, memoria desmembrada,tu piel enrojecida, noche, sal,de limón, hielo fundido, precioso,se mezclan como de tu cielo grislas nocturnas efusiones, silenciobajo los labios, y el aliento, encendido,lanzados al torbellino de aquellaspresencias, atractor universal,los bailes y los cantos, la locuraque ofrecía el no, el no saber,encontrar entre los estratos, vida,un camino de preguntas sin voz,cuando todavía no, cuesta abajo,sin frenos, sin vista, de mil reflejos,navegábamos juntos a la margende todo tiempo, de cualquier espaciocuadrado y dispuesto, pintado y duro,al amparo de la sombra radiante,colmada en destellos rojos, dientesentrechocando nerviosos, precisióndel sabor, mundo entre los muchos mundoshúmedos, resbalados sudorosos,sudando como sudamos pegadosen bendita acumulación de cuerposalcoholizados, embadurnados,empedernidos, enfervorizados,sin pasado ni futuro, sin manos,sin pies, sin labios ni sangre, la lluvia,vertidos sobre mí, y yo sobre ti,sobre ellos, nuestro de nosotros, locosvertidos sobre el campo intervenidode la pulpa neuronal, corazón,uno; todos; en vibración común,en el último, profundo, latido,hasta los primeros alientos, cerca,desde cada risa y gemido cósmico,las músicas que, y tu viento azul,arrebol sagrado en tu suavidad,mis ojos abiertos, pestañas, brillolíquido de mañanas que rozábamos,intercalados, como solos, vive,recuerdo, de memoria esperteyada,no olvida nada, no puede, querría,y aunque quiera, es inútil, imposibleolvidar la consistencia, sueño,crítico retornar a ese presente,observar quieto, repetirse, vivo,tocar, dejarse besar, remover,abrir los ojos, abiertos, beberlíquidos en el fluir circular,momentos, al norte del norte gris,santa nocturnidad embalsamada.…
Era un cuarto pequeño, estrecho, en el que lloraban hasta las paredes: lloraba el frigorífico doliente, lloraba el radiador moribundo y quejoso, lloraba la ventana cuando rompía a llover de frío.…
Julio 2017
En miles de mundos verlo, verlo todo, diera igual que perdieras la verdad, que tuvieras sin perderlo hasta el último recuerdo, no importa si suave vuelves sin dejar vencerte en nieves, navegando lluvia amiga, aunque no hubiera salida, a Lille noche no niegues;
que llegará babeante el ahogo en los motivos, la aguja ardiente de filos, y rehará sibilante, el tedio color bramante; tedio de sino y dolor, del despiece sin calor, de la amargura y el hambre, del olvido en el coraje; la faz muerta del amor.…
Así, que parece que te escabulles, pero ni yo acabo de esconderme, ni tú te alejas como le cuentas a las noches que aún no duermes.…
Bailabas. Niza. Azul. 2005
Bailabas como si no hubiera leyes, como si el universo se rigiera espantado por la única verdad de la inconsistencia, como si en todos los pasos, en cada salto pudiéramos alcanzar todas sus geometrías; bailábamos como si no existieras, tiempo, que no alcanzas la memoria, que no llegas a tocarlo todo con tu miedo; bailábamos como locos bailando solos, y en nuestro bailar conjurábamos demonios, demonios que también bailaban, que por no engañar, caían rendidos, como piedras del cielo, como ardientes sombras de todo lo que olvidamos.…
A Lille, 2004-2005
Era un cuarto pequeño en el que todo lloraba: lloraban las paredes, lloraba el congelador, lloraba la calefacción en los cascabeles de la muerte.…
A Roger, y a Assela, que ya me perdí al distinguirlos…
Él. De rojo y azul, o no; olvidando hasta las madrugadas.…
Lille es una rabia que sigue hirviendo en cada nota.Lille se repite como una revanchade la memoria amoratada en su aciagovenirse en los ojos que descansanfijos en el infinito de no haber perdidoni un adarme de tiempo –y a pesar del tiempo–,y a pesar de la nieve acodada en las aceras,del gris consumido en sus mañanas;Lille sigue brillando como entre brumas,vive en el recuerdo desmenuzado,desnudo de los detalles de la palabra;arruinarán las tormentas sus fachadas,se levantarán sus calles empedradas,pero seguirá palpitando en su centroel mismo sentido,la misma justa y transida máculaque aviva, en la vigilia, su memoria.Lille…