Sordo

por Somnoliento

Es una música que ya no escucho,
pero que cuando escucho, sabe a ti,
a tus días de lluvia, al fino corte
en tus brazos desnudos, a mis miedos…

Es una música que ya no escucho,
pero que cuando escucho, sale a ti,
a tus ojos de “Rosemary”, al hambre
de tu virgen blanca piel, y yo ciego,

ciego en la verja de tu monasterio,
manco por el níveo de tus muslos,
sordo por tu mordisco de mil lenguas;

y yo ciego, manco, sordo al asedio
de tus dientes en palabras y gritos,
y yo, sólo, saltando de tu alféizar.

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