Ser más hermanos, poco más,
escucharse,
pararse a sentir lo que decirme
quieres,
la paciencia de la bondad,
la perla de la solidaridad
que sin más nace del tacto
humano,
que surge por surgir,
sin pensar…
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Ser más hermanos, poco más,
escucharse,
pararse a sentir lo que decirme
quieres,
la paciencia de la bondad,
la perla de la solidaridad
que sin más nace del tacto
humano,
que surge por surgir,
sin pensar…
Estos textos no son más que una muestra de las noches que, aun con sueño, no nos permiten descansar. Un alivio del diario y la rutina. No le busques ni sentido ni historia, no son más que escritos del insomnio, remedios contra la vigilia.