¡Qué país!
Te violan y tienes que llorar de por vida,
estigmatizada en el terror de tu sexo.
Te violan y tienes que gritar, patalear,
morir si hace falta.
Te violan y tus violadores,
cerdos, cobardes, sucios, rastreros,
son protegidos por una sociedad
que en silencio te critica y te culpa,
te llama puta
en sus mismos oscuros portales.
¡Qué país!
Si eres mujer, prepárate, porque estarás sola,
y eres menos, y eres una tentación
culpable de su propia sustancia.
Si eres viejo, cuídate, porque no vales nada,
y morirás de hambre,
y nadie te cuidará.
Si eres negro, o moro, o simplemente distinto,
ya te puedes ir largando,
que aquí mandan la ignorancia y el miedo.
¡Qué país!
Que piensa que es la gloria,
pero no deja pensar, vivir a nadie.
Donde gobierna el hombre brutal,
donde campa el corrupto poderoso,
donde roban los pocos que más tienen
a los muchos que menos tienen,
que casi no tienen,
que cada vez menos tienen,
que no tienen nada.
¡Qué país!
Que no sabe proteger a sus mujeres,
indefensas o no,
y las condena y señala,
que las maltrata impune;
país cómplice anquilosado,
atenazado por el miedo a moverse.
¿Dónde vas si no es de vuelta?
De vuelta a tus viejas sórdidas maneras,
de vuelta a los años oscuros
donde el miedo era común
y el pensamiento un arma infecciosa.
¡Qué país!
Qué país es este,
acostumbrado al olor de los mediocres
y la sangre de los débiles,
país sin educación ni rumbo,
roto de parte a parte.
Dónde iremos ahora
que nos dejen pensar en paz;
dónde que no seamos
enemigos de nosotros mismos,
de nuestras madres,
de nuestras hermanas,
de nuestra misma y doliente humanidad.
Qué país este
en que la justicia no está contigo.
Imagen por: sytraxia