Qué más da,
qué más da todo,
el agua, de lluvia,
miradas de lava,
magma de hierro,
asfaltos, vistas
de lo incierto
y lo terrible,
esta escritura
que no se concreta
en nada que cruja,
qué más da todo,
hasta el acento
ylas reverberaciones
que tienen en la espalda
desdoblados los cielos
cuando son ajenos,
cuando están más lejos
de lo que están los soles
gemelos, gigantes
de roca y de gas,
pequeños como
campos en vibración.
Qué más da el origen
de la materia
y el color de la gravedad,
si todo ha virado
y transformado de golpe,
de una sola forma
nueva y desvalida.