Bardulias – Poesía, cuentos, relatos, reflexiones; escribir…
  • En poesía
    • Octavas
    • Sonetos
    • Coplas
    • Décimas
    • Libres
  • En prosa
    • Relatos
    • Microrrelatos
    • microensayos
  • En poesía
    • Octavas
    • Sonetos
    • Coplas
    • Décimas
    • Libres
  • En prosa
    • Relatos
    • Microrrelatos
    • microensayos
Bardulias – Poesía, cuentos, relatos, reflexiones; escribir…

Escritos, cuentos, poesía y relatos

Arrugas de tu frente

marzo 4, 2021 0 comentario

Chorros de Luz

febrero 27, 2021 0 comentario

Como esa música

febrero 10, 2021 0 comentario

No va a quedar uno vivo

febrero 7, 2021 0 comentario

Algo

enero 30, 2021 0 comentario

Coplas de la resaca

enero 26, 2021 0 comentario
  • Poesía

  • Relatos

  • Microrrelatos

    Bardulias: Guía Práctica contra los bulos
    microensayosProsa

    No compartas este post

    por M.Bardulia julio 29, 2020
    escrito por M.Bardulia

    Guía práctica de actuación contra los bulos

    Abrumados. Abotargados. Enfangados. Sumidos en un mundo de duda mediática, dominado por la avalancha de bulos, medias verdades y mentiras flagrantes que circulan por las redes, cada vez es más difícil distinguir lo que es cierto de lo que no lo es; lo que es una información contrastada y factual, de lo que nos es más que una opinión personal de alguien que no es más experto que nosotros en nada más que en dar su opinión y hacerla pública, con poca o ninguna responsabilidad social.

    Como llevo años dedicado al mundo del marketing digital y a eso que los gurús y charlatanes activos de Linkedin llaman transformación digital, alimentando con mi tiempo, mis canas y mis silencios esta maquinaria que amenaza con devorarnos, voy a intentar redimirme un poco y dar algunas claves sobre cómo podemos colaborar en la no distribución, difusión o amplificación de bulos en canales digitales. Esto no es, por tanto, una guía para distinguir lo que es un bulo de lo que no lo es. Hay parte de eso, pero no es el objetivo principal; eso es algo que tiene que aprender a hacer cada uno, si quiere claro, si quiere no vivir en una burbuja manipulada de falsedad constante. Esto es más una guía práctica para la no amplificación involuntaria (porque contra la voluntaria poco se puede hacer, salvo la colleja ubicua y virtual) de bulos y demás mentiras que se filtran por los intersticios de nuestra inocencia digital.  A ello.

    El ciclo comienza cuando recibimos un video, imagen, gif, enlace, texto o cualquier formato digital transmisible con fines informativos. No consideramos, por tanto, esos memes que tienen un mero fin humorístico para nuestra guía. No tendría sentido. El bulo solo es bulo cuando pretende pasar por cierto en un tema de relevancia, o de relevancia, al menos, para el esquema emisor-receptor. Qué hacer entonces cuando recibimos esta supuesta información exclusiva o indispensable, codificada en el formato que sea.

    No voy a comentar lo más lógico, que sería pararse a pensar en lo inaudito de algunas aseveraciones o en lo increíble que resultan algunas cosas que se comparten. Tener algo de sentido común, esto parece hoy pedirle demasiado al personal. Por eso, porque parecemos haber perdido hace bastante nuestro preciado y comunal sentido, sea esta guía intensa e intensiva sobre lo que uno puede hacer para defenderse de los bulos digitales o, al menos, evitar extenderlos impunemente.

    1. Comprobar en Google (o en cualquier otro buscador) si es un bulo o no.

    Lógico. Alguno dirá que vaya una mierda de consejo. Parece algo obvio. O eso creía yo, pero no, parece que resulta dificilísimo. Algo tan nimio, pero tan esencial, y qué pocos lo hacemos, sobre todo cuando la información solivianta y confirma a partes iguales nuestras creencias ideológicas, si es que las tenemos, alimentando nuestra disonancia cognitiva, ese voraz mecanismo, explotado hoy por las grandes redes.

    Pero tampoco hablo de un asunto puntual, hablo de implantar el reflejo de comprobar sistemática y directamente si eso que nos ha llegado es cierto no, haciendo una sencilla búsqueda en Google. Si se trata de un bulo, lo más probable es que encontremos rápido varias páginas donde se desmienta, salvo que sea algo muy reciente y todavía no haya llegado a la mayoría. En tal caso, podemos añadir un nivel más de profundidad a nuestra búsqueda y tratar de encontrar algún rastro de esa noticia, comentario o aseveración que nos ha llegado en distintos canales, como medios de comunicación, entidades o plataformas informativas —o científicas, en la situación actual— de rigor conocido y comprobar si se hacen eco del asunto que nos ocupa. Si no aparece, ni en los de un lado ni en los del otro, algo falla, y deberíamos, como poco, dudar.

    Este nuevo nivel exige un esfuerzo mayor por nuestra parte —mayor ahora, en el estallido de ensañamiento y cojonudismo  español que nos asuela—, porque nos exige un espíritu crítico del que, desgraciadamente, en España carecemos de forma endémica. Si aún así no conseguimos nada, pero seguimos dudando, como último recurso, y presas de una locura absoluta, podemos incluso preguntar a amigos y familiares, antes de lanzarnos a esparcir más mierda sobre estos campos digitales purulentos.

    Pero pudiera darse el caso, en contadas ocasiones, que este sistema nos dejara insatisfechos. Que aún tuviéramos la imperiosa necesidad de darle al botoncito y compartir ese jugoso material que nos ha llegado y que tanto nos ensancha el orgullo y la rabia.  Momento pues de pasar a las fases más analíticas de nuestro proceso de curado. Fases, por cierto, que difieren muy poco de las que se enseñan en empresas y organizaciones de todo tipo para poder detectar potenciales casos de phising vía email y demás canales afines.

    2. La Calidad de lo transmitido

    Calidad en todos los sentidos. Si es un texto escrito, fijémonos en su redacción y ortografía, en las frases que usa, su tono, en si es dogmático de más, en si asevera y no da datos, en si busca algo más que la mera inflamación de las voluntades; en resumen, comprobemos si dice justo lo que queremos oír y encima lo dice mal, con faltas, una redacción cochambrosa y un tono con sabor a bilis. Si es así, dudemos.

    Si se tratase de una imagen, además de la parte textual que pueda incorporar, detengámonos un momento a evaluar su diseño. Evaluar posibles y muy evidentes retoques fotográficos, grandes letras rimbombantes en colores chillones, montajes en modo collage sin ningún tipo de orden ni concierto. La calidad importa, y mucho. Colores chillones, mezclas patrióticas por doquier, formatos propios de otras épocas o otra latitudes algo más stalinistas. Todo cuenta. Y la razón es muy fácil, el que quiere engañar, rara vez lo hace a conciencia, porque estos bulos no se trabajan con mimo, como puede ser el caso de un reportaje periodístico o una infografía con fundamento, estos bulos son fruto de una voluntad difamatoria e irresponsable, casi siempre originados en individuos con poca capacidad, mental, visual y, sobre todo, vital y comunitaria.

    Si estamos hablando de un video, tres cuartos de lo mismo: calidad de la edición, de los mensajes que se pasan, de los colores e imágenes que se utilicen, las voces, artificiales o no, la propiedad con la que hablan, los datos que ofrecen, etc. Las voces digitales, artificiales, por ejemplo, solo dicen una cosa: ¡no tengo huevos a salir con mi voz a decir semejante chorrada/barbaridad/mierda! Al contrario de lo que se suele pensar, la calidad importa, y mucho. No porque haya que ponerlo todo bonito porque sí, sino porque, como decía hace unas líneas, el tiempo que uno emplea en un bulo no es el mismo que en un material de calidad, y eso se nota. También hay que contar con que los bulos salen de entidades o individuos con menos recursos y profesionalidad, lo que suele resultar en productos de una calidad ínfima demasiado evidente; si no lo ves así, practica, porque te estás quedando ciego y vas a acabar pagándole la dote a una princesa nigeriana o comprándote un lujosísimo yate a compartir con otros doscientos millones de personas.

    Es decir, que esos memes que parecen que los haya hecho un Tiranosaurio Rex ciego, con fotos mal pegadas, rostros pixelados, letras de todos los colores, muchas banderas de todos los tipos y mensajes lapidarios dogmáticos y, casi siempre, escritos con el gusto y la ortografía de un cavernícola, no los compartas. ¡NO LOS COMPARTAS! Por sistema, no los compartas. O date un tiempo antes de hacerlo, el tiempo suficiente para buscar en internet si lo que vas a transmitir es cierto, para informarte, preguntar, contrastar. Pero no los compartas. Y lo mismo para esos videos supuestamente serios en los que se habla sin datos, con una retórica de jardín de infancia, y una ausencia total de rigor de ningún tipo; rigor es igual a ofrecer fuentes, bilbiografías, y datos, datos, datos, ¡el dato factual! El maldito hecho, que tanto sufre hoy. No los compartas. Hazle un favor a la sociedad, que somos todos, incluido tú, y no generes más ruido, diferencia y crispación.

    Como en el caso del phising, no te fíes tampoco de mensajes demasiado atractivos. Mensajes que te hablan a ti, justo a ti y que te cuentan lo que tú ya sospechabas. Desconfía cuando estés de acuerdo automáticamente con uno de estos materiales, porque trabajan para alimentar tu vanidad y tu lado más salvaje, el ideológico. No cedas ante el lenguaje divisorio, prebélico o inflamatorio, que solo trata de apelar al mismo miedo y preocupación que todos estamos pasando estos meses aciagos. No te creas todo lo que te dicen, solo porque te den la razón o confirmen tus teorías. No hay nada mejor en este mundo, más rico, más educativo y estimulante, que no tener la razón. Aunque duela, aunque nos irrite, ¿cómo íbamos a aprender si no, cómo íbamos a crecer, a evolucionar, a llevarnos bien con quién no piensa siempre como nosotros?

    Hay un frase de David H. Cohen sobre lo de tener o no razón que me encanta, y es un buena forma de repensar lo que pensamos: «cuánto más viejo me hago, más discusiones pierdo, ¡y menos me importa perderlas!».

    3. La fuente, el medio o los firmantes del material

    Si el material que nos llega está firmado, con algún nombre, marca o logo, comprobemos quién o qué hay detrás de esa firma. Si la conocemos, si no. Si alguien sabe algo de ella. Si se dice algo en internet. Si nuestros amigos saben algo. Es decir, dejemos que nuestro sentido arácnido anti-bulos —ese del que hablábamos al principio— tome el control y nos lleve al punto uno de este escrito, y a nuestra necesidad, ahora vital, por contrastarlo todo. Si a pesar de todo esto no conocemos nada de ese autor o autores y no encontramos nada en redes , deberíamos sospechar de inicio. Reconozco que la cosas hoy se han puesto muy complicadas,  las líneas entre lo falso y lo verdadero son tan finas que cualquiera puede llegar a equivocarse o perderse en ese mar de incertidumbre en que se han convertido los ecosistemas digitales, pero la duda, siempre la duda, y su consecuencia fundamental, el no participar acrecentando la bola de mierda si esa duda surge, nos evitarán formar parte de este baile endemoniado e inaudito en que se han convertido las redes digitales, y las sociales, especialmente.

    Si el material no está firmado, pongamos un poco de calma en nuestro agotadísimo sistema nervioso y razonemos. ¿Dónde estamos viendo la noticia, foto, video o meme? No hablamos aquí de medios de comunicación reconocidos —aunque en estos tiempos, hasta la información que estos nos dan debiera ser puesta en tela de juicio—, hablamos de redes sociales, blogs, foros o, dios no lo quiera, sección de comentarios de Youtube, por nombrar una especialmente cruenta y patética. Si lo vemos en una red, analicemos quién comparte, viraliza o amplifica lo que estamos viendo. No compartamos sin más, no seamos tan lentos, tan cobardes y tan irresponsables. Démosle veinte segundos a la duda. ¿Quién lo comparte? ¿Es una organización, medio, asociación? ¿Lo conocemos? ¿Es de fiar? De nuevo, si no lo conocemos, tenemos dos opciones, rechazar el contenido, por no sernos del todo fiable —opción preferida por quien es ya un usuario avanzado detectando bulos—, o volver a Google y pasar algunos minutos contrastando su fiabilidad. Si es un individuo quién lo comparte, si no le conocemos, bien por ser amigo, bien por ser un personaje público, o casi, no deberíamos dudar: compartir esa información es un hecho infantil que solo contribuye al caos reinante, una irresponsabilidad, nada más. Y lo digo tajantemente, aunque la información resulte ser fiable después de todo. No se trata ya de eso, desafortunadamente, se trata de establecer unos mecanismos en nuestro existir sobrepasados de contenidos que nos eviten alimentar, con o sin maldad, esa máquina imparable que solo busca nuestra atención y nuestro tiempo de vida, a cualquier precio y bajo cualquier circunstancia.

    Es muy fácil: si no conozco al que comparte, o lo conozco muy poco, no comparto. Tan simple como eso. Y si estás leyendo esto y crees que esto es exagerado, que dios te coja confesado, porque estás metido hasta las cachas en los algoritmos de las felices redes que todo te lo dan, que solo te cuentan lo que te interesa saber; y tú, ahí, negando con la cabeza mientras lees que deberías compartir un 1% del contenido que te llega. Alma de cántaro, cuán predecibles somos.

    Y voy a más, aunque el personaje o entidad en cuestión te suene, o sea alguien popular en la red en la que te encuentras, no confíes sin más, ni siquiera cuando diga algo muy parecido a lo que tú piensas; en ese caso, ya sabes, desconfía aún más. La mejor vacuna para este otro virus, hongo parasitario más bien, deformidad congénita informativa en que vivimos, es la duda. La duda que vengo mencionando desde el inicio. La dudad constante. La duda y la crítica como principal defensa. Y en segundo lugar, la ambivalencia, que viene a decirnos que no son nuestras ideas las únicas, aunque a nosotros nos lo parezca, que ni siquiera son las mejores, porque, en un noventa y nueve por ciento de los casos, la solución o respuesta correcta vendrá de encontrar un punto medio entre dos visiones opuestas o encontradas a esa que creíamos absoluta.

    4. No compartas nada.

    No compartas nada que no sea tuyo, propio. Y si eres de los que se dedica a dar opiniones políticas, dalas con responsabilidad. ¿Que qué es darlas con responsabilidad? No digas nada que no sea cierto y que esté respaldado por datos o por un medio de rigurosidad contrastada. Si das un opinión, haz eso, dar un opinión, pero no intentes convencer a tu supuesta audiencia —normalmente no pasará de veinte personas, y eso ya sería un éxito para tu mierda de perfil social (lo siento, pero esto es así, como suena, tus perfiles en redes sociales son una mierda, una como pino de grande, acuérdate también de eso cuando creas que vas a cambiar el rumbo de esta crisis con tu soflama antisistémica, sea por el lado de las coletas, o por el lado de los barbacas, pero acuérdate, porque incluso tu perfil de mierda puede hacer mucho daño desde su agujero digital)—, aportando datos de tu cosecha o impresiones vagas que has sacado de algunos tuits que leías mientras hacías de vientre. Y sobre todo, no des por hecho que el mundo está en tu contra, que no tienes quince años y ya puedes acostarte a la hora que te dé le gana.

    Y si todavía quieres seguir compartiendo y amplificando cosas, a pesar del rollo que te estoy contando, piensa un momento,  ¿qué buscas con ello? ¿De verdad crees que tu opinión le importa a alguien en estos momentos? ¿Eres epidemiólogo o virólogo acostumbrado a tratar con estos virus, con pandemias semejantes? ¿Eres un matemático o económetra que se dedica a crear modelos y proyecciones de datos?  ¿Eres periodista en algún medio de relevancia y tienes acceso a datos privilegiados? ¿Eres al menos un experto en Big Data? Entonces, ¿qué coño pretendes? ¿Decir la verdad, hacer justicia? ¿De verdad crees que eso te corresponde a ti, justo a ti, futbolista, torero, enfermera, consultor, auditora, abogado, fontanero, peluquero, parlamentario europeo, empresario, fisioterapeuta, médico o lo que coño seas?  La respuesta es que no, no te lo pienses mucho. Lo único que estás consiguiendo es avivar aún más un fuego innecesario.  ¿Por qué te crees más listo que los demás? También te lo digo yo, porque tus queridas redes sociales te han enjaulado en un palacio de contenidos de oro, en lo que todo habla de ti, para ti y por ti, y así es imposible no creerse el Fleming de nuestro tiempo. De esto hablaremos en otro momento, peor vete pensándotelo, ¿no será que es eso lo que quieren que creas, que importas, que eres un «influencer»?

    Quiero pensar que, en teoría, todos queremos hacer el bien. Que pocos, muy pocos de nosotros, buscamos de verdad el mal con nuestras acciones digitales. ¿O no? ¿Estás de acuerdo conmigo? ¿Sí? Vale, pues la mejor forma de hacer el bien es  no querer contribuir, no inflamar inútilmente, no difamar, no esparcir, no creerse el justiciero, no echar más leña a la hoguera, copón. ¿Qué vas a conseguir así? Más extremos, más enfrentamiento, más crispación, mucha más ignorancia. ¿Buscas eso? Si lo buscas, eres simple y llanamente un imbécil, y hasta aquí. Si no lo buscas, como será el caso de la mayoría, ¿por qué coño te pasas el día compartiendo cosas de las que no sabes? Eso lo primero. ¿Y por qué  sigues compartiendo videos de procedencia dudosísima o amplificando tuits y comentarios de personas que no conoces y de las que has oído hablar dos veces en tu puta vida? Dime, ¿por qué? ¿No lo sabes? Balbuceas, pepero, sociata, voxero, podemita, feminazi, machirulo, tontaca, gilipipa. Ya te lo digo yo. Lo haces porque es una buena mala forma fácil de sacudirte tu propio miedo, tu inseguridad, tu indignación y tu inquina, cuando no grandes tajadas de una amargura no resuelta, pero comprensible y humana, como la de todos. Y es que somos humanos, no te culpo. O no te culpaba, hasta ahora.  Pero si lees esto y sigues haciéndolo, que se te coma los genitales Mark Zuckerberg, entre los muchos que estoy seguro devora a diario para mantener ese aspecto de robot recién cromado que se gasta.

    Si a pesar de leer esto, lo sigues haciendo, ten al menos presente que estás haciendo daño a la sociedad en la que vives, es decir, a ti. Y que, ideologías aparte, estarás del lado de los malos. Malos tan malos, como mala es la murga que estoy seguro le das a tus amigos todos los días en el grupo de Whatsapp, si sigues en tus trece.

    Dioses, qué bien nos valdría callarnos un poco y leer un poco más. Como dice esa frase atribuida a Azaña: «en España, si solo hablásemos de lo que sabemos, se produciría un silencio tan generalizado y abrumador, que podría ser aprovechado para leer y estudiar».

    Un último consejo, el más importante, y que estoy seguro no va a calarte nada, pero deja todos tus perfiles sociales. En serio, sal de todas las redes sociales si no vas a saber usarlos, si no quieres ser consciente de la realidad que estamos creando. O deja twitter, por lo menos, es un lugar horrible, el peor de todos, solo te está haciendo una persona peor y mucho más manejable.

    julio 29, 2020 0 comentario
    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • microensayos

    Seamos idiotas

    por M.Bardulia julio 16, 2020
    por M.Bardulia julio 16, 2020
    El que sabe que no sabe. El que sabe que tú sabes que él que no sabe. El que sabe que tú sabes que los demás también saben que él no sabe de algo y, sin embargo, sigue hablando y dando su opinión sobre ese u otros temas, pensando, además, que a ti te puede interesar su opinión después de lo que sabes.
    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    ¿Sabes cuándo quemas?

    por M.Bardulia julio 9, 2020
    por M.Bardulia julio 9, 2020

    Sabes cuándo quemas, cuándo sabes que quemas, cuándo parece que quemas pero de frío, cuando estás hecha con la piel de un reptil venenoso, que eres radiactivo, o repulsiva, no te acuerdas, sabes cuándo ni te tocan, porque has degenerado en una forma hiperdesarollada, es decir, emaciada, amorfa, escondida de ti mismo.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    ¿Sabéis qué sería revolucionario?

    por M.Bardulia julio 1, 2020
    por M.Bardulia julio 1, 2020
    ¿Sabéis qué sería revolucionario? Que nos pusiéramos todos a leer, pero a leer de verdad, empezando por Gilgamesh y acabando por Omensetter.…
    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • LibresPoesía

    Todavía supurantes

    por M.Bardulia junio 22, 2020
    por M.Bardulia junio 22, 2020

    Las huidas furtivas de gotear en luces blancas; recuerdo encelado de la oscuridad enfervorizada, mareados, tensos, desgañitados todavía supurantes, gateamos como lampreas sobre el espacio colmado que nos ha lamido en el nocturno entrechocar de ansiedades y presentes, al aire, al frío, al ruido extrañado de los pies pegajosos y las miradas tumescentes, arrastramos el aroma del misterio y el silencio, las cuatro ventanas abiertas como sangre al rosa profundo de las verticales humedecidas; en un rebote quiral de escalada cimbreante volveremos a girar, (no) volverán los fosfenos y una luz culpable a iluminar de sabor en azul las pieles de sal, sus pliegues de mares y el bordón acicular de una mañana a contraluz: tu contraluz, contra la luz, tú, y yo, en la sombra acuática, yo en la vereda de tu luz, tú y yo, de la luz en contra, frío, lejos a contraluz.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Por vivirla

    por M.Bardulia junio 16, 2020
    por M.Bardulia junio 16, 2020

    La vida es para vivirla, no para planificarla, pasársela pensando, sorbiendo deslumbrados, rumiando deslabazados, cómo controlarla, cómo acabar por ganarla. La vida no se gana, ni se piensa ni se sueña, no hay premios ni regalos no hay sueños que tenga que ser soñados cuando todo se acaba, solo en la indistinta, incierta negrura.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • Prosamicroensayos

    Si perdemos el humor, lo perdemos todo

    por M.Bardulia junio 12, 2020
    por M.Bardulia junio 12, 2020

    No hay mejor forma de replantear lo peor de la humanidad, de rebuscar en aquello que nos deforma y destruye, en lo peor que tenemos, que el humor.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaCoplas

    Amigos del extremo

    por M.Bardulia junio 3, 2020
    por M.Bardulia junio 3, 2020

    Cada vez que me toca escucharte o leerte, cada vez que me tengo que comer y tragar tus ideologías con salsa de ignorante, que me encuentro rumiando tus diestras y siniestras.…

    1 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Hoy la tarde

    por M.Bardulia mayo 20, 2020
    por M.Bardulia mayo 20, 2020

    Hoy la tarde es soleada y se riega, la humedad acude silenciosa entre los pocos que pasean, y la mezcla de términos, pacífica me lleva a otras tardes, más viejas.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaCoplas

    Soy yo, el hombre nuevo.

    por M.Bardulia mayo 19, 2020
    por M.Bardulia mayo 19, 2020

    Soy el hombre nuevo, la mujer nueva, somos los nuevos hitos epicéntricos de esta digital sociedad gloriosa, somos los penitentes conectados.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaCoplas

    Si uno ha salido en Madrid

    por M.Bardulia abril 30, 2020
    por M.Bardulia abril 30, 2020

    «Serás hijo puta, guiñándome un ojo,  me dice la luna al pasar» Barniz, Marea

    Tengo ganas de salir. Pero salir de salir, Salir saliendo en Madrid; como solemos salir cuando se sale en Madrid.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Estoy loco

    por M.Bardulia abril 19, 2020
    por M.Bardulia abril 19, 2020

    Loco como un colibrí falso y loco acelerándose hasta el transgredir de su propia velocidad lumínica, receptiva, relativa, atávica retrospectiva. Loco por creer, por pensar, por dejarme llevar y sufrir por ello por decir, a veces, gritar las menos, escribir que intento escribir y que, a veces, escribo, pero también, que no quiero estar solo, verme solo, pensarme solo, tocarme solo, pasar por esta vida irremediable, la única, oiga, —no crea en las promesas escatológicas que nadie asegura nada; de momento solo tenemos esto— y es inapelable: pasarla solo sería horrible; solo de solo aislado rabioso espumando entre enemigos y los otros, ampulosos presumiendo de soledad y de haberle ganado la guerra al amor molesto y tedioso.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • Prosamicroensayos

    Bienvenidos al mundo del mañana

    por M.Bardulia abril 14, 2020
    por M.Bardulia abril 14, 2020
    Todos cansados de las fake news y en cuanto alguien intenta luchar contra ellas, corriendo como monos a refugiarse con los rusos.…
    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Yo decido

    por M.Bardulia abril 9, 2020
    por M.Bardulia abril 9, 2020

    Yo decido

    Yo decido sonreír. Yo decido reírme de la vida hasta cuando se pone negro oscuro.

    Yo decido, decido ser buena persona, por encima de todos los objetivos y las perfecciones.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    ¿Tú?

    por M.Bardulia abril 2, 2020
    por M.Bardulia abril 2, 2020

    Odio los odios. Las filigranas mentales para esconderlos, la ignorancia en la que se refugian, el miedo cobarde con que los alimentamos.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • Prosamicroensayos

    Comisarios y comisarias

    por M.Bardulia marzo 30, 2020
    por M.Bardulia marzo 30, 2020

    Esto no es está afectando a todos. Mucho. A unos más que otros, eso está claro. A los que están más cerca del frente, médicos y personal sanitario, cajeras y cajeros de supermercado, policía, militares, transportistas y todos los responsables de la limpieza de hospitales, calles y residencias de todo tipo, y los que me olvido.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • LibresPoesía

    Ánimo a todos, ¡y flores!

    por M.Bardulia marzo 22, 2020
    por M.Bardulia marzo 22, 2020

    Ánimo a todos, ¡y flores! Flores, que siempre hay flores, recuerdos del color, de aromas de noches blancas, rojo de tardes, verde de lunas verdes, azul como si del corazón, y la poesía, y esos versos que pueden no ser más que una risa conocida, una voz al despertar entre el volar y la vigilia, las mismas palabras que nos hemos dicho siempre, de cerca y lejos, y un río bajando loco blanco y vivo de la misma montaña que nos mira siempre con ojos de luz, manos niñas de verano.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Cosas que haré cuando:

    por M.Bardulia marzo 17, 2020
    por M.Bardulia marzo 17, 2020

    Cosas que pretendo hacer cuando esto se acabe:

    Correr como si loco sin rumbo y sin sentido, que me dé fuerte el aire, que me ciegue la lluvia.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    El miedo

    por M.Bardulia marzo 12, 2020
    por M.Bardulia marzo 12, 2020

    El miedo, el tuyo y el mío. La angustia, la ansiedad, los dolores, ciertos o inventados, la información y la otra, la tos, la fiebre, la del otro, la que desinforma y asusta.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Tu mundo es enorme

    por M.Bardulia marzo 2, 2020
    por M.Bardulia marzo 2, 2020

    Tu mundo es enorme. Tu mundo es ahora pequeño, pero será enorme. Tu mundo es ahora ese en que los patos huelen a sueño y los elefantes te recuerdan el sabor de las leches que ya no tomarás más.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Nosotros los nerviosos

    por M.Bardulia febrero 26, 2020
    por M.Bardulia febrero 26, 2020

    Cada vez estoy más convencido, o me convencen más las imprevistas conexiones que se establecen entre los millones de segundos, que este mundo no está hecho, no se ha preparado, en absoluto, para nosotros, los nerviosos.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaCoplas

    Los amargados

    por M.Bardulia febrero 24, 2020
    por M.Bardulia febrero 24, 2020

    Al alcalde de Madrid y sus amigos amargados.

    Borrando historias y versos, cargándose a los poetas por segunda o cuarta vez, rezumando sus rabietas.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Va, con la dosis justa de locura

    por M.Bardulia febrero 18, 2020
    por M.Bardulia febrero 18, 2020

    A V, por su paciencia al desenmascarar las mil escenas de miedo

    Va, por la vida, como un trueno, va, como la lluvia, desbocada, empapándolo de todo, de idas, venidas, alegrías y la cualidad flexible de quien nunca se rompe.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Vetas grises de gris

    por M.Bardulia febrero 14, 2020
    por M.Bardulia febrero 14, 2020

    En vetas de gris, así me paso últimamente cortando el mundo de una longitud a otra, espabilando horarios, espantando miedos, obligando a corregir las caídas de una duda vital por constante, constante por visitada, masticada por resecante, una y otra vez, una y otra vez.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
  • PoesíaLibres

    Nalgas frías

    por M.Bardulia febrero 11, 2020
    por M.Bardulia febrero 11, 2020

    Nalgas, nalgas frías, el culo helado de tener que embriagarse de suelos y arena en parques, calles y soportales, de Moncloa a Argüelles a Malasaña y Tribunal, de la Audiencia a Almansa, pasando por el Oeste, Salesas y esos pequeños oasis de columpios abiertos a nuestra nocturnidad infantil desaforada.…

    0 FacebookTwitterPinterestLinkedinWhatsappTelegramEmail
Entradas más recietnes
Entradas anteriores

Sobre mí

Sobre mí

M. Bardulias

Sin más pretensión que disfrutar del hecho de escribir y de la posibilidad de ser leído, dejo aquí algunos de los textos que consigo sacar adelante. Espero que les guste, compartan si es el caso.

Facebook Instagram Linkedin Spotify Telegram

Entradas más populares

  • Si perdemos el humor, lo perdemos todo

    junio 12, 2020
  • Por vivirla

    junio 16, 2020
  • Amigos del extremo

    junio 3, 2020
  • Todavía supurantes

    junio 22, 2020
  • ¿Sabéis qué sería revolucionario?

    julio 1, 2020

Descubre más, mucho más

  • En poesía
    • Octavas
    • Sonetos
    • Coplas
    • Décimas
    • Libres
  • En prosa
    • Relatos
    • Microrrelatos
    • microensayos

Etiquetas

a contraluz alejandrinos amigos amor asco de mundo asco de vida cercedilla contraluz coplas endecasílabos escribir escritores escritos español Futuro hombre hombres humanos imágenes madrid memoria miedo morena muerte mundo niña noche noches nocturnidades pasado poemas poesía poesía en español poetas poetry rabia recuerdos relatos risa sonetos tiempo trabajo verano vida vivir

Favoritos Poesía

Por vivirla

Jun 16, 2020

Amigos del extremo

Jun 3, 2020

Todavía supurantes

Jun 22, 2020

¿Sabéis qué sería revolucionario?

Jul 1, 2020

Hoy la tarde

May 20, 2020

Favoritos Relatos

Si perdemos el humor, lo perdemos todo

Jun 12, 2020

Seamos idiotas

Jul 16, 2020

No compartas este post

Jul 29, 2020

Bienvenidos al mundo del mañana

Abr 14, 2020

3a Semana – Museo Británico (luces y sombras)...

Abr 2, 2012

Últimas entradas

Arrugas de tu frente

Mar 4, 2021

Chorros de Luz

Feb 27, 2021

Como esa música

Feb 10, 2021

No va a quedar uno vivo

Feb 7, 2021

Algo

Ene 30, 2021
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Facebook
  • Instagram
  • Linkedin
  • Spotify
  • Telegram

Volver a arriba
Bardulias – Poesía, cuentos, relatos, reflexiones; escribir…
  • En poesía
    • Octavas
    • Sonetos
    • Coplas
    • Décimas
    • Libres
  • En prosa
    • Relatos
    • Microrrelatos
    • microensayos