Eso somos…

por Somnoliento

Hacer del animal un ente ajeno,
no es más que un síntoma de la ignorancia
con la que adornáis vuestro campo muerto;
vosotros que disfrutáis de la ausencia
de lo humano y estercoláis el huerto
de nuestra esencia con miedo y falacia,
¿no habéis nunca la vista al cielo alzado?
¿no veis vuestro argumento desgarrado?

Da lástima quien encima de todo
se cree; da pura y mísera pena
el que creyó en su rol de rey del todo;
no es el hombre más que otra simple pieza
del engranaje, un ridículo mono
que apoyado en su razón incompleta,
finita y frágil, osa someter
a quien debiera amar y proteger.

El mundo será mundo aunque no existas.
La tierra girará, en verde y azul,
estés o no estés, seas o no seas.
¿Por qué encerrar la vida en tú baúl?
Por qué dominar la vida deseas,
hacerla tuya, dictar sobre su
verdad, como si en verdad alguien fueras,
como si tú, algún derecho tuvieras…

No eres más que un hombre, un pobre primate
con suerte, razonador simio andante,
imprevisto evolutivo, remate
de un mono imberbe, envidioso y pedante;
eres bestia, pulso animal y sangre,
alimaña que se cree importante
por la exuberancia de su razón,
de su finita y vacua (sin) razón.

No hay razón completa sin lo animal,
no hay ser humano entero sin pulsión,
sin instintos, sin el caldo vital
que la naturaleza nos cedió;
somos un eslabón más del canal
de la vida que fluye sin control,
no hay, ni tenemos, derecho ninguno,
a creernos dueños de todo el mundo.

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