En Madrid

por M.Bardulia
En Madrid

En Madrid,
al tocarse de los egipcios
se derrama de luz la rueca
que traza el verde a tragos azules.
En Madrid,
el baile de los lanceros,
el de la plaza de la sangre,
la noche de rabia y esperanza
en la mañana que traerá la noche
que traerá la mañana
que traerá la noche
que será de nuevo Madrid
atrapada entre las sombras
de la nocturnidad abusiva,
y descorticada,
en las cumbres
de los que saben malgastarla.
En Madrid,
en 2 de mayo ardiente,
ahuyentada la lluvia y el francés,
crecida la ciudad, la amalgamada,
en pasos de todos los que
son de Madrid,
y de fuera,
y de su lucha nocturna,
y del campo negro que se abre
de Cibeles a Neptuno
al acercarse el alba y el metro.
En Madrid,
donde baila el fútbol,
el flamenco rudo,
el puerto de todos los mares,
la desgracia de Jacinta,
la ruina de Fortunata;
o la ruinala, o la desgracia.
En Madrid,
que cruzas y amplificas,
que te desenvuelves, nerviosa,
cuando retornas,
que te migra y te corrompe,
que te hace y te acompaña,
que te vive,
que te derrumba y llora..
En Madrid que supura,
como de plata,
desde sus cielos de pena,
desde sus cumbres de granito
y trazas de ruidoso púrpura…
Y todo es ruido,
que no hay más caminos
que el rechinante tambor
que en tus calles palpita,
hasta el amanecer…

Hasta donde tus ojos ya vidrean: que no es final, que no es, pero es, que ya… Madrid.

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