Cuando me vaya

por Somnoliento

Si ese día decido irme,
ya «sombrío, casi bruno»,
no me busquéis bajo tierra,
que allí no me encontraréis.

Si un día, harto, digo basta 
y me voy, para y por siempre,
No miréis hacia los cielos, 
ávidos, allí no iré.

El día que, demasiado 
hambriento, cansado, ciego,
coja los vientos y salte,
con los hombres estaré,

entre el recuerdo y la risa,
también en vuestra memoria…
Si un día me voy, tranquilo,
no lloraré, volaré
desde el pico, ¡viviré!

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