Cuando la noche cae en el verano libre,
caen las barreras que nosotros pusimos al día,
se deshace el mundo en terrones
de cielo del púrpura al naranja,
y las aguas todas, que no son más que una,
preparan el canto,
horadando de los sentidos el tiempo
y de la frágil realidad la ilusión del presente,
herido por la rutina estólida y ramplona.
Prístina madera del azul más claro,
es el descanso del río tu reclamo,
es la vida de la arena en sinuoso movimiento
la marca del comienzo,
anuncio de un final.
Es tu vida,
siempre en camino,
ora engañada, ora negada,
más vida de sol a sol,
de la estrella al pico y al águila;
vives la vida en el tiempo libre,
te deshaces del vacío y su mugre.
Eres y haces, nada más,
trasiegas de vida llena.