Creo en la Poesía,
en la magia circunscrita,
en la mistérica difusión
de latidos inmortales.
Creo en la palabra,
la profundidad del silencio,
el poder de quien lo escucha
y en la memoria del viento.
Creo en que cambia
quien al fin habla,
aunque para sí farfulle,
aunque vuele
y grite desde lo alto,
como un águila escita,
aunque no sepa nadar.
Creo en las canciones,
en la impregnación ovular
de la memoria y la sangre,
en la fecunda vibración del tiempo.
Creo en la Poesía,
en las transfusiones sumergidas,
en el tañido eléctrico del verso,
en la continuación heroica
de una sola rima,
de una sola métrica,
desde la piedra a las estrellas,
del primer al último protón,
en la última decadencia.
Creo en el futuro,
porque creo en la Poesía,
creo en su existencia
aunque un día solo la canten
sin hojas silbando las ramas.
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