Titiriteros haciendo bailar
las letras colgadas de nuestros dedos,
formando las palabras que serán
historias; en prosa o flotando en versos,
no importa la materia en que se harán,
importan sus corazones perfectos
que, de manos y mente al agitar,
produzcan en sus renglones impresos.
Pintores de marionetas escritas,
hacemos con las mareas paisajes
de tiempo, móviles fotografías
de las pasiones a todos contritas,
ocultas compañeras de pasajes
vitales, ávidas de una salida.