Soy

por Somnoliento

Soy la marca del mundo, hasta aquí he llegado,
el final de las sendas viejas
que de azules y rojos
tiñeron los cambios de las adánicas virtudes.
Soy punto y aparte, final de mí,
principio de todo,
incluso de ti,
que miras aparte, como si del mundo
no hubieras hollado
piedra y sal,
carne y savia,
arcilla de tu arcilla,
venas que ardieron, sin cuidado ni rabias,
sólo por venas,
acción creadora en la evolución sin freno.
Soy vértice del ángulo escrito,
y no soy nada,
en el agua la muesca que nunca existe,
que no queda,
deshecha en ondas moribundas
resueltas a nunca alcanzar la orilla.
Soy lo que soy, como tú,
soy de ti y para ti,
en mí y de mí,
soy tú,
como soy todos,
holoturia brillante y submarina,
sexo de la tierra blanca,
mar del rosado empuje de la vida.
Soy porque somos,
del grano de arena
a la estrella pasajera de cósmicos suspiros;
somos porque soy,
porque tú eres por ser,
igual que el viento,
sin hogar ni origen,
sin fin,
renovado por siempre.

Soy y no soy,
seré y no seré,
tú no lo verás;
hoy soy,
porque tú,
de límpidos claros mirando,
me haces ser.

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