Me preocupa ser mejor persona,
no tu mejor profesional, borrico.
Esa “profesionalidad” oculta,
sibilina, tu rácano sentido.
Yo no quiero ser un profesional,
dejadme, quiero ser buena persona
y punto. Persona buena y ya está,
hombre y humano, basta de coronas,
basta ya de vendernos por catálogos,
basta de conocernos por patrones,
basta de mierda, ¡basta ya de ahogos!
Profesional lo serán tus sabores,
crótalo taimado, aquí nos guiamos
por el gusto y seremos de colores.