OLVIDO DE LUZ

por Somnoliento

Me encanta como gime y llora luego mi persiana.

Me duele, pero me encanta hacerla sufrir con el primer sol,

sacándola de su invernal cubículo exiguo,

para tostarse…

Para colmarse…

Para hartarse…

Para librarme, a mí, de todo,

hasta que mi luz me abandone y,

en la oscuridad,

de nuevo despierte.

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