Yo sólo
quiero volver
tus jardines a pisar;
sentirme
allí, otra vez,
y tus céspedes besar.
Del monte
entre tus piernas
ya no pretendo marcharme;
la vida
ha dado vueltas,
déjame ahora quedarme.
Descubre
ya tus deseos:
como tú te has de mostrar;
a un lado
deja tus miedos,
¡concéntrate en disfrutar!