Me
pierdo
buscando.
Que por buscarte,
acongojado me pierdo.
Y tú, que tu guarida guardaste celosa,
ni miras ni hablas; ni me miras ni me hablas. Ni quieres, ni te dejas ver,
y con el canto de tu sonrisa nevada huyes y te escapas, dejándome vacío,
huérfano de todo lo que he sido.]
huérfano de todo lo que he sido.]