No hacer nada

por Somnoliento

Aprender a no hacer nada,
absolutamente nada,
retomar el placer puro
de la vida reposada.

Vaciarnos de actividades
que no son más que relleno
inservible que tragamos
por no pasarnos pensando:

¡qué lento pasa hoy el cielo!
Hay que estar siempre ocupados,
hay que viajar, ver, comerlo
todo, vivir demasiado

que sean las fotos quienes
les demuestren que vivimos,
que nuestra vida radiada
es lo que de verdad somos.

Hay que recorrer corriendo
los días, que no sintamos
lluvia y viento, que el latido
del corazón no escuchemos…

Y desechemos la noche,
condenémosla al dormido
sueño de la esclava intensa
de tiempo siempre colmado.

Aprender a no hacer nada,
aprender a perder tiempo,
a dormir sólo de día,
a cambiarlo entero, todo;

aprender a no hacer nada,
respirar hondo y pararnos,
beber nocturnos la noche:
¡la vida hacer con las manos!

Con las manos y los ojos,
besar, siempre, con tus labios,
escuchar, siempre, tu boca,
dejar al mundo mecernos.

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