A mis amigos, que van a ser madres y padres
Ahora que vas a ser padre…
¡Serás el mejor!
Ahora que vais a ser madre y padre,
¡seréis los mejores!
Y eso que llegan a pares,
como las cosas que son buenas,
que es mejor tenerlas dos veces
para verlas el doble,
besarlas el doble,
dormirlas siempre dos o catorce veces.
El miedo es natural,
también la rabia hacia el mundo,
¿por qué no será este,
esta parcela de la realidad,
este planeta,
este continente, país, región, ciudad, pueblo,
por qué no será todo más humano,
más sencillo,
más fácil,
más lo que debería ser un mundo
para todo niño?
Diré una cosa al respecto:
el mundo importa poco,
porque seréis vosotros el mundo
y aunque no hemos de olvidarlo,
el mundo también puede moldearse
a la humanidad que queréis desearles,
al disfrute, a la vida, a la luz
que queréis que en ellos crezca y prolifere,
se expanda y compartan,
cada día en este que,
más tarde,
de vuestro mundo,
ellos crearán el suyo.
Su mundo, capaces de
crear su propio mundo,
sin olvidar que no están solos,
que no hay mundos propios,
sino compartidos,
que no estarán nunca solos,
porque siempre estaréis ahí,
aunque un día se pudran vuestros cuerpos,
seguiréis ahí;
no estarán solos,
porque siempre habrá humanos buenos,
buenos humanos,
y familias, y amigos, y amores,
escritores, pintores, cantantes, danzantes,
poetas como nosotros,
que consigan hacer del mundo,
aunque sea solo un instante,
el lugar que merecen,
el mundo que siempre deseareis que tengan,
que abrasen, que besen, que disfruten,
¡que vivan!
Ahora que vas a ser madre,
no serás la mejor de las madres,
esa no existe,
pero serás la mejor madre
que siempre quisieron tener;
seréis los mejores padres
que jamás hubieron de soñar.