Las nubes de lluvia saben a hielo
y el metro huele a bocas recién dormidas
mientras los pasos rebotan
como si barrieran de polvo la luna, hermética,
y las caras son de una textura cavernosa, casi bronquítica;
lunes del fango estampados a cara de perro,
lunes cansados, lunes agónicos,
días ahogados, deshoras de sueño.
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