¿Harto de lluvia? No sabes lo que te perdiste,
seco fulano. Mojarse lo es todo, empaparse
del cielo. La “ciánida” influencia de los mares
te hace más animal y hombre, te convierte en parte
de todo. Déjate de correr bajo la sombra
acampanada de las telas injustas, abre
los claustros de tu miedo mal criado y boicotea
lo que te protege de la lluvia en gotas finas.
Camina sin prisa, cenutrio de paso corto,
drena los males de la responsabilidad
y vuelve a saberte niño, saltando en los lagos,
sacando de cada piedra tu juego, de cada
charco el mar. Del molido azur, las gotas del mundo.