Diletante de ti

por Somnoliento

Perseguido por tus voces acuosas

alcancé el sólido azul de tus vallas
encerrando el sol plomizo y temprano
de tus ropas ocultas de colores.
Altas horas de una noche tardía,
bajo la sombra de la cobaltina
de tus secretos frondosos y suaves
anduve rugiéndote las excusas
que abrieran tus barreras y las mías.
Al frío que ya no siento a tu lado
le guardo respeto y ansia;
respeto el que me entregó de tu cuerpo,
ansia a la que me echó de tus miradas.
De tu nombre escaso guardo una llave
para hasta en las fronteras encontrarte;
diletante del acerado rastro
que sobre la piel dejó tu saliva
me pierdo en tus albores al buscarte,
mejor se me diera hablar que no hablarte,
prefiero escuchar, con todas tus jotas,
con tu reflejo, y a contraluz tu cuerpo

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