Castigo de un poeta ansioso

por M.Bardulia
Poesía en Bardulias: Castigo de un poeta ansioso

No escribir una letra, ni las fáciles,
ni encontrarse en los comunes lugares.

No amar, no beber, no esparcir en la noche
sus huesos verdes, sus sangres herbívoras.

Dejar de imaginar que toda silla
es entrada, invitación al asiento.

Dejar de creer que en todas las puertas
se puede alcanzar el mismo camino.

No escandir carne ni fluidos rosas;
no poder detenerse en los aromas.

Nunca escuchar, solo hablar, no gritar,
dormir y dormir, dormirse en el tedio.

No tener tiempo ni para escupir,
ni para verterse entre los rincones.

Leer a quien se proclama poeta,
sus versos, salivas, heces y poros.

Olvidar que se vive bajo tierra
y estar siempre expuesto al frío del sol.

No esconder ni esconderse somnoliento
en los pliegues más sabrosos del tiempo.

No ser, no recibir, no comprender
que a veces todo pasa y nada oculta.

Llamarse o que le proclamen poeta;
hablar y vestirse como un idiota.

No besar, no chupar, no amar hervido,
dejarse llevar absurdo del pelo.

Trabajar.

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