Blanco, como de la nada absoluta,
en el frío reclamo visceral
de la realidad dura, tormentosa,
de la esperanza retuerta, vidriosa,
de una blanca penetración carnal;
llévame a ese vacío sin formas,
al olvido que sin duda retomas,
déjame caer en tus infinitos
y buscar el retiro somnoliento
de una viscosa ilusión natural.
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