Bailarte desnudo, y una vez más,
en dimensiones oscuras, vacías,
solo ocupadas por nuestros reflejos.
Bailarte desnudo, y hasta el final
de todos los peligros del presente
endurecido en rabias comatosas.
Desprenderte de la necesidad
las pulsiones de la sed y del hambre,
pelo y piel en derrama de los dientes.
Bailarte desnudo, y no controlar
los barridos al acabarse el tiempo,
los centros de gravedad indecisa.
Bailar desnudos, volver a empezar,
faltos de palabras, solo crujidos,
y al abrir los ojos, cerca, muy cerca,
casi pegados, al fin, respirando
del otro el ansia y la boca rabiosa.
Imagen por: richardcgreen