A todos nosotros, inmóviles y crédulos borregos.

por Somnoliento

Nos roban la libertad,
en nuestra cara,
pollinos somos,
en nuestra puta cara.
Cada día hay tres personas que deciden por veinte,
o por treinta, o por todos.
¿Qué hacemos mientras somos triturados?
¿Quejarnos? Eso es poco, eso no es nada, eso es poco.
Saltar como locos, a la calle,
en sus templos, en sus casas,
hogares de la injusticia y la tontería,
de lo simplón y lo vacío,
así deberíamos cortarles el paso.
Oímos su risa, sus carcajadas, el frotar de sus manos
ulcerosas de contar vidas y dinero, como si todo valiera,
en su mundo, lo mismo. Nada.
Y es que no es su mundo, no todavía,
es lo que buscan, hacerse con todo, convertirlo en suyo,
sin nosotros, sin ti y sin mí,
adormeciéndonos, callándonos,
haciéndonos olvidar que la razón es nuestra…
Nosotros la tenemos, la libertad la tiene,
pero nos la están quitando.
paso a paso,
año a año,
moneda a moneda,
no es la están saqueando.
De lo que podía ser un mundo,
sólo dejan la basura,
que se muera el pobre, y el no pobre también,
que viva el rico, el artista de la ignorancia y el ignorante artista,
para los demás no hay sitio,
para nosotros, cada vez hay menos sitio.
Si no reventamos nosotros,
serán ellos los que acaben reventándonos;
ya no habrá marcha atrás,
todo será suyo,
incluso nosotros.

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