Ni los pájaros cantaban,
ni el día parecía querer encontrarse despierto,
sobrio de nuevo,
sólo yo,
y el dolor de la noche al borde del llanto…
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Ni los pájaros cantaban,
ni el día parecía querer encontrarse despierto,
sobrio de nuevo,
sólo yo,
y el dolor de la noche al borde del llanto…
Estos textos no son más que una muestra de las noches que, aun con sueño, no nos permiten descansar. Un alivio del diario y la rutina. No le busques ni sentido ni historia, no son más que escritos del insomnio, remedios contra la vigilia.